Esto va de cine! Y no me refiero a que mi vida sea espectacular, que en ocasiones lo es, aunque como en la película, en ocasiones en cambio, veo muertos. El gran poder del cine no dejará de sorprenderme. El sentarte una hora, dos… y poder desvanecerte siguiendo los planos de un director, no tiene precio.
Como no tiene precio el que un compañero de trabajo te pida el logotipo de su empresa; de su recién estrenada empresa. Ese tipo de empresas en las que tu eres el contable, y el recepcionista, y el director, y el de la limpieza… eres todo y nada a la vez.
Y lo único que tienes es un sueño que quieres realizar; pero incluso ni sabes muy bien como, te dedicas a trabajar y a trabajar y chico… algo pasará.
Eso es lo que le ocurrió a Jorge Barrantes. Que tenía empresa y muchas ganas de trabajar, pero le faltaba un logotipo. Y ahí estaba yo…
Viéndolo ahora, desde la distancia le veo deficiencias. Pero en su momento, incluso ahora, goza de elementos muy útiles.
Usé directamente un trozo de película con sus ‘agujeritos’. Lo cual me dio pie a que uno de ellos estuviera en completa libertad con el entorno. De esa forma conseguimos parte de la b. Los diferentes espacios rectangulares ‘querían’ significar los diferentes proyectos en los que estaba embarcado; ya fuera miniseries de tv, como documentales, anuncios… diversidad de movimiento formando pequeñas pantallas; dando como resultado la b.
Cuando me enfrente con la tipografía no dude; no se si por falta de tiempo en el proyecto o por acierto asegurado… en cualquier caso ahí estaba la querida y recurrida Helvética. Creo que con el simple nombre no hacen falta comentarios. Muy ‘patán’ has de ser para no saberla utilizar.
El rojo, guste o no guste de la tipografía está directamente acompañado a la personalidad del dueño de la empresa. Al igual que el degradado.
El logotipo iba acompañado de sus correspondientes tarjetas. Fueron cuadradas; algo diferentes a lo ‘habitual’. Poco a poco se harían más piezas… continuará…